Limpiando el desván es en realidad una excusa para mostrar a la gente toda una vida dedicada a una gran afición o quizás una carrera frustrada, circunstancias familiares en los últimos años me llevan a vender y reformar varias viviendas en las que van apareciendo cosas olvidadas en sitios abandonados e ignorados, pinturas terminadas y otras sin acabar que me van haciendo recordar toda mi trayectoria siempre cambiante, aunque con una única obsesión: el color.
ANTONIO YELO CANO
